miércoles, 7 de noviembre de 2007

No hay voto corporativo

La Sociedad y los Medios
José Luis Benítez Armas / Síntesis
Miércoles, 18 de Julio, 2007. 08:54pm
No hay voto corporativo
Desde que el voto en los procesos electorales mexicanos está garantizado que es personal y secreto, --cosa que se logró en la normatividad y en los hechos, luego de las reformas políticas sucesivas que hubo desde 1977 a 1996--, la posibilidad de hacer uso del voto corporativo a favor de uno u otro candidato o partido, está cancelado.
Antes cuando el voto no se garantizaba como secreto, líderes sindicales o campesinos, directores de escuelas, militares de alto rango, ediles y hasta diputados, todos supervisaban que el voto de sus subordinados o allegados se hiciera a favor del candidato del partido único.
Esta presión incluso también se podía ejercer entre la clase empresarial y la clase política. Esto era el "voto corporativo".
Incluso los dirigentes controladores de sus gremios presumían a los aspirantes que podían darles tantos miles de votos.
Por eso está fuera de lugar el tipo de acusaciones como las que se están escuchando en días recientes (la del dirigente estatal del tricolor Valentín Meneses, contra Juan José Rodríguez del CCE), de que se presuma ilegalidades o faltas a la equidad de los procesos electorales, cuando un líder sindical o un dirigente empresarial, se pronuncia a favor de un candidato o de un partido.
Y menos como en el caso de que tratamos, porque se tengan vínculos familiares con alguno de los aspirantes.
Si el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan José Rodríguez Posadas, señala simpatías por el aspirante panista Antonio Sánchez Díaz de Rivera (quien además es su cuñado), está simplemente ejerciendo una libertad ciudadana consagrada por la constitución.
Eso no significa de ninguna manera que todos los agremiados a su organismo vayan a inclinar su voto a favor del que simpatiza su dirigente. Los empresarios no son menores de edad y ellos sabrán tomar sus decisiones políticas. Gracias a que el voto es personal y secreto, ya no pueden "vigilar" a sus agremiados para cumplan con los caprichos de su dirigencia.
Si mañana los líderes de los sindicatos de Volkswagen o del IMSS, José Luis Rodríguez y Fernando Cristerna (ambos por cierto regidores priistas del municipio de Puebla), se pronuncian por la virtual candidata del PRI, Blanca Alcalá, tampoco eso significa que vaya a haber un voto corporativo de los agremiados de esos importantísimos sindicatos a favor de la representante del tricolor. Los obreros son mayores de edad y sabrán también ellos por quien votar.
La garantía del voto secreto asegura que cada ciudadano decida libremente por quién votar (ya cada uno de los electores ponderará sus razones para hacerlo, sea por el partido, por el candidato, por afinidades ideológicas, o por lo que sea).
Es una disputa estéril estar entonces discutiendo e inculpándose de presuntos delitos asuntos como este que no tienen ya sustento, y que incluso ha llevado hasta a proferir insultos contra el líder priista.
Esto demuestra que los propios actores políticos de los partidos mexicanos son los primeros que desconfían de las leyes y los que siembran la discordia y la desconfianza en las instituciones.
Y también demuestra que en la contienda política mexicana se apuesta más por la descalificación, por la acusación al contrario, por el "sospechosismo".
El adversario político no es respetable; es profundamente desconfiable. El del partido contrario es capaz de recurrir a las peores artes para atacarnos. Es el enemigo, por lo tanto es moral y éticamente lógico que se le descalifique y se le deteste.
Es necesario –más allá de los inútiles "pactos de civilidad"—que los partidos participantes, sus dirigentes y candidatos, eleven el nivel de la contienda, que dejen de lanzar acusaciones y andar buscando la ilegalidad hasta debajo de las mesas.
Por eso es bienvenida la promesa de la precandidata priista a la presidencia municipal de Puebla, Blanca Alcalá, de que realizará una campaña sin guerras sucias ni descalificaciones.
La ciudadanía así lo necesita y nuestra joven democracia, lo requiere.
luisbenitez22@hotmail.com
*Gerente Editorial Síntesis Puebla

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